Debo confesar que ya antes había pensado en escribir algo, al menos unas pocas líneas pero siempre faltaba algo: Inspiración...o quizás voluntad, ¿qué es diferente ahora? Ni yo mismo lo sé, a veces es como si un espíritu hiciese posesión de mi prosa y de mi mano y me dictase todas estas palabras que salen solo porque tienen que salir.
¿Les ha sucedido alguna vez? Es una extraña sensación...como si tantas cosas guardadas por tanto tiempo, se decidieran todas a escapar de las prisiones y barreras mentales que les habías impuesto. Por supuesto que tampoco hice mucho por retenerlas, solo me limité a verlas huir sin decirme adiós. Y es que a mí eso de las despedidas se me hace un martirio, aún con la gente que apenas conozco.
Así que...para no prolongarme más, les dejo esto por aquí y me dispongo a en la siguiente entrada, contarles la historia que lucha por abandonar mis recuerdos.